Que
tristeza se percibe al pasar por la
vereda norte del ex Hotel de Turistas de Chiclayo y no poder sentir más la
presencia de un conjunto de enormes árboles que nos vieron crecer a muchos chiclayanos.
No entiendo por qué motivo los mataron y ya no se encuentran más protegiéndonos
del sol, del viento y de la contaminación ambiental con sus copas enormes y
frondosas.
Pero
analicemos que ventajas puede tener para la ciudad está “intervención en el
área verde” preexistente en esta cuadra de la avenida Salaverry: En primer
lugar, se eliminan un conjunto de árboles de gran altura y frondosidad y se “reemplazan”
por un conjunto de palmeras que tienen características propias de su especie,
pero que no van a dar la sombra ni retener la tierra y otras partículas
contaminantes suspendidas en la atmósfera de la misma manera que lo hacían los
difuntos arbolitos. En segundo lugar, se redujo el área verde entre la vereda y
la pista. Se colocó bloques para grass para generar unos estacionamientos —una
vez más se piensa en beneficios para los autos en vez de pensar en beneficios
para los peatones— cómo sabemos los bloques para grass van a reducir la
superficie natural en alrededor del 55% con las consecuencias que de ello
derivan. En tercer lugar, las veredas se pueden arreglar sin necesidad de
cortar los árboles— el concreto armado existe hace ya mucho tiempo, se puede hacer
una losita armada que no toque la raíz del árbol ¿O no? ¿O es muy caro? ¿O mejor
matamos los árboles? Finalmente, con esta intervención se disminuye la calidad
de vida de los peatones—muchos de ellos escolares— que circulan por esta vereda
al dejarlos expuestos al sol,al viento y la tierra, muy característicos de
nuestra ciudad.
Es
difícil entender como a veces los seres humanos actuamos irracionalmente sin
pensar en el daño que hacemos a los demás e incluso a nosotros mismos. Antes de
ordenar o ejecutar este tipo de acciones —se me vienen a la mente los trabajadores que cortaron los
árboles, su “bien informado jefe” y otras personas que tienen como pasatiempo
matar indefensos árboles—debemos tener en cuenta que no podemos vivir sin el medio ambiente,
pero el medio ambiente si puede vivir sin nosotros. Somos insignificantes al
lado de la naturaleza y aun así queremos pasarnos de listos y desafiarla.
Debemos proponernos RESPETAR Y CONSERVAR EL ENTORNO NATURAL que nos rodea para
así contribuir a mejorar la calidad de vida de nuestra querida ciudad.
Antes
de finalizar esta entrada quiero expresar mi agradecimiento sincero a la
persona o las personas que sembraron, en el milenio pasado, a los difuntos
arbolitos; no se imaginan el bien que le hicieron a nuestra querida ciudad y a sus
habitantes, incluso a los asesinos de los árboles. Esperemos sinceramente que
no se vuelvan a repetir actos tan criminales y vergonzosos como estos y que los
responsables reciban lo que merecen no de la justicia humana sino de la
justicia de la propia naturaleza.
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