lunes, 24 de julio de 2017

Así se intervienen las pocas áreas verdes públicas de la Ciudad de Chiclayo. ¿A quién benefician?

Que tristeza se percibe al  pasar por la vereda norte del ex Hotel de Turistas de Chiclayo y no poder sentir más la presencia de un conjunto de enormes  árboles que nos vieron crecer a muchos chiclayanos. No entiendo por qué motivo los mataron y ya no se encuentran más protegiéndonos del sol, del viento y de la contaminación ambiental con sus copas enormes y frondosas.

Pero analicemos que ventajas puede tener para la ciudad está “intervención en el área verde” preexistente en esta cuadra de la avenida Salaverry: En primer lugar, se eliminan un conjunto de árboles de gran altura y frondosidad y se “reemplazan” por un conjunto de palmeras que tienen características propias de su especie, pero que no van a dar la sombra ni retener la tierra y otras partículas contaminantes suspendidas en la atmósfera de la misma manera que lo hacían los difuntos arbolitos. En segundo lugar, se redujo el área verde entre la vereda y la pista. Se colocó bloques para grass para generar unos estacionamientos —una vez más se piensa en beneficios para los autos en vez de pensar en beneficios para los peatones— cómo sabemos los bloques para grass van a reducir la superficie natural en alrededor del 55% con las consecuencias que de ello derivan. En tercer lugar, las veredas se pueden arreglar sin necesidad de cortar los árboles— el concreto armado existe hace ya mucho tiempo, se puede hacer una losita armada que no toque la raíz del árbol ¿O no? ¿O es muy caro? ¿O mejor matamos los árboles? Finalmente, con esta intervención se disminuye la calidad de vida de los peatones—muchos de ellos escolares— que circulan por esta vereda al dejarlos expuestos al sol,al viento y la tierra, muy característicos de nuestra ciudad.

Es difícil entender como a veces los seres humanos actuamos irracionalmente sin pensar en el daño que hacemos a los demás e incluso a nosotros mismos. Antes de ordenar o ejecutar este tipo de acciones —se me vienen  a la mente los trabajadores que cortaron los árboles, su “bien informado jefe” y otras personas que tienen como pasatiempo matar indefensos árboles—debemos tener en cuenta  que no podemos vivir sin el medio ambiente, pero el medio ambiente si puede vivir sin nosotros. Somos insignificantes al lado de la naturaleza y aun así queremos pasarnos de listos y desafiarla. Debemos proponernos RESPETAR Y CONSERVAR EL ENTORNO NATURAL que nos rodea para así contribuir a mejorar la calidad de vida de nuestra querida ciudad.
Antes de finalizar esta entrada quiero expresar mi agradecimiento sincero a la persona o las personas que sembraron, en el milenio pasado, a los difuntos arbolitos; no se imaginan el bien que le hicieron a nuestra querida ciudad y a sus habitantes, incluso a los asesinos de los árboles. Esperemos sinceramente que no se vuelvan a repetir actos tan criminales y vergonzosos como estos y que los responsables reciban lo que merecen no de la justicia humana sino de la justicia de la propia naturaleza.