Era el año 1991 y —si la
percepción que registraron mis sentidos fue correcta— las siguientes eran algunas
características de la vida diaria en la ciudad de Chiclayo. La primera, se veía aún en las calles niños “jugando
pelota” y canjeando pollitos por botellas. La segunda, en la radio entre otras canciones se escuchaba “Hacer el
amor con otro” de Alejandra Guzmán, “Palabras del alma” de Ilan Chester, “Soca
Dance” de Charles Lewis, “Todo, Todo” de Daniela Romo, “Coco loco” de Two Man
Sound. La tercera,en general se respiraba aire menos contaminado. Finalmente, recuerdo que durante esa época se comenzaba a beber — en
vasito — yogurt “Yoleit” frutado, pienso que el de durazno era el mejor.
Es en ese contexto de la vida diaria que Gastón
Godfrey – quien era mi profesor de Educación Física y fue uno de los más
exitosos entrenadores de fútbol escolar de la década de 1990 - me comunicó que
debía salir a entrenar para participar en el campeonato departamental de fútbol
representando al colegio —esa fue una de las noticias más gratas que he
recibido en mi vida, pues fui un hincha del “Sanjo” desde antes de ser alumno
del colegio—. Así pues los seleccionados comenzamos a salir a entrenar después
del horario de clase que en esa época
era de 7:30 a.m. hasta las 12:30 p.m. Recuerdo que regresaba a casa entre las
2:30 y 3:00 de la tarde. Cansado, con hambre y cada día más flaco. Algunas
veces entrenábamos en el colegio y otras veces nos facilitaban la cancha
principal del estadio Elías Aguirre. Entrenamos por buen tiempo, ya que ese año
se produjo una de las huelgas del magisterio de más larga duración que propició
el retraso en el inicio del campeonato. Hasta que por fin nos comunicaron que
se iniciaba el campeonato. Debíamos entregar unas fotos para la documentación
respectiva. El profesor Godfrey me puso durante el campeonato en el once titular
—jugué con la camiseta número 3— era uno de los backs centrales, el último hombre
delante del arquero. Creo que fui uno de los jugadores al que más “puteaba”
durante el campeonato. La verdad no sé por qué si hacía todo bien. J
El campeonato se inició en la
primavera de 1991. Los equipos estaban organizados en grupos. Los primeros
lugares jugarían un cuadrangular final de donde saldría el campeón que
representaría a Lambayeque en el campeonato regional. Una particularidad de
este campeonato es que los equipos participantes no eran solo colegios, sino
también clubes del departamento. Eso motivó que varios compañeros del colegio
jugaran el campeonato representando a otros equipos. Al cuadrangular final
clasificaron los siguientes equipos: el colegio Rosa Flores de Oliva de Chiclayo, el club
Micaela Bastidas de Tumán, el Colegio Particular San Agustín de Chiclayo y el
Colegio Nacional de San José de Chiclayo. En esta etapa se integraron a la
selección del colegio varios compañeros. Entre ellos Martín Rodríguez y
Homero Delgado, quienes habían representado al equipo “Tres de Octubre” en la
fase de grupos, pero estudiaban en el “Sanjo”. En el primer partido del
cuadrangular final nos tocó enfrentar a Micaela Bastidas de Tumán. Le ganamos
4-3, considero que este fue el rival más difícil con el que nos tocó jugar. El
segundo partido jugamos contra el Colegio Rosa Flores de Oliva. Le ganamos 5
-0. Finalmente, el último partido
jugamos contra el Colegio San Agustín — que tenía en sus filas a nada menos que
a Gustavo Vasallo quien llegó a jugar en el Juan Aurich, Sporting Cristal, en
Italia, Francia y la Selección Nacional— al que le ganamos 1-0.
Precisamente, este partido final
del cuadrangular se jugó la mañana del 30 de noviembre de 1991 en el campo
principal del estadio Elías Aguirre. El sol iluminaba la “cancha” desde el
sureste. La tribuna Occidente estaba llena de alumnos y familiares de los
jugadores de ambos colegios. Mi familia estaba allí también. Tres momentos de
esa final quedaron grabados en mi
recuerdo. El primero, cuando sonó el pitazo inicial y simultáneamente comenzó a
tocar la banda de músicos del colegio la marinera “La Chiclayanita”. No hay
nada más emocionante —y los que han tenido esa oportunidad pueden corroborarlo—
que jugar un partido de fútbol escuchando
el apoyo desde la tribuna de la banda
del “Sanjo”. El segundo, el gol de Martín Rodríguez que todo el equipo celebró y que nos dio el título del campeonato. Finalmente,
el aplauso generoso que recibí desde la
tribuna al ser sustituido por Homero Delgado faltando unos minutos para
finalizar el encuentro. Teníamos un equipazo. Creo que es una de las mejores
volantes que se pudo haber conformado.
En mi opinión destacaba sobre el resto del equipo Carlos Maldonado un
volante sencillo —de perfil bajo— muy hábil y que transmitía mucha seguridad. Había
que darle el balón a él entonces.
Estos recortes de periódico —que milagrosamente
se salvaron de las lluvias torrenciales de 1998 y del 2017— son evidencia de
como la prensa local informó respecto a los dos últimos partidos del cuadrangular
final.
La selección con el Profesor Godfrey |
Desarrollo de la noticia. |
La selección con el profesor Mazabel. |
Desarrollo de la noticia. |
Pienso que en el fútbol y en el
deporte en general es válido lo que diría el filósofo francés Paul Valérie
“Cuantos disgustos contiene un gusto”. El fútbol es pues UN GUSTO. En el fútbol —como en la vida— te patean, te putean, pero
tarde o temprano te llevas una alegría a casa. No se sabe cuándo, pero esta
alegría siempre llega. Así que a no desesperarse.
Que alegrìa saber de ti, Me llama la atenciòn despuès de tantas años que el profesor Godfrey te puso durante el campeonato en el once titular —jugué con la camiseta número 3— era uno de los backs centrales, el último hombre delante del arquero. PORQUE YO FUI EL ARQUERO... ESO, ESO, ESO... Tu amigo Marco Antonio Guevara Farfàn, El chavo.
ResponderEliminar¡Guevarita! que alegría también saber de Ti. Salvaste varios balones sobre la línea amigo. Un arquero muy alegre y cordial en los entrenamientos y el más serio y respetuoso para tapar. Recuerdo tus gritos en la cancha "Míaaaa", "Salimoooos", "No te vayaaas", entre otros. Fue un honor para mí tener la posibilidad de jugar contigo y con todos nuestros compañeros de equipo. Todos unos cracks con el balón. Gracias a Dios pudimos y supimos darle una estrella a nuestro querido "Sanjo". Ojalá pronto podamos reunirnos en una cancha y recordar aquellas épocas. Déjame tu número de celular aquí o a este correo carlosalfonsozamorabarboza@gmail.com para mantenernos en contacto ¡Un fuerte abrazo Marco!
EliminarZamorita que gusto saber de ti!! Nosotros nos seguimos reuniendo con los de mi salòn a pelotear.Si que la tienes fresquita esas anècdotas. Y hay muchas màs. Un fuerte abrazo amigo Sanjosefino.
ResponderEliminarGracias Amigo. Un fuerte abrazo Guevarita!
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